Cuyos Análisis, Siempre Agudos, Apreciaba Mucho

La amistad que mi mujer y yo mantuvimos con Patrick tenía mas de 20 años. Mi mujer era crítico musical y nos invitaban a los conciertos que organizaban en Son Marroig y otros lugares. Eso fue el origen de una entrañable amistad de muchos encuentros en su casa de Deia y a veces en la nuestra, a pesar de sus dificultades con el idioma español, que se esforzaba en hablar. En esas ocasiones, la música, la literatura y el arte en general eran nuestros temas de conversación, además de nuestro común amor por vivir cerca de la naturaleza, Deia y Mallorca. Nosotros apreciábamos mucho su inteligencia y sentido del humor, lo que nos permitía ironizar sobre los EEUU y España con mucha alegría. Yo, personalmente, compartí con Patrick sus relatos y su gusto por el cine, mi profesión, lo que me llevó a darle a leer algunos de mis guiones, cuyos análisis, siempre agudos, apreciaba mucho.

La última vez que le vimos fue después de su operación de una hernia, en Palma, este año. Nos gustaba compartir con él lo bueno y lo malo, aunque él fuera siempre muy discreto.

Su recuerdo nos acompañará el resto de nuestra vida.

Aránzazu Miró y Rafael Llano